21.2.12

Puesto naval de combate




En modelismo artesanal en madera hemos querido rendir un homenaje a esos marinos que luchaban y que "Hay que imaginarse lo que debe ser la batería de un barco con 28, 30 y hasta 32 cañones de mayor calibre tirando al mismo tiempo desde los dos lados en un entrepuente estrecho y medio inundado, para comprender fácilmente cuáles deben ser la vigilancia, la agilidad, la sangre fría y la habilidad necesarias para evitar el desorden y la confusión en medio de esta multitud de hombres amontonados entre el humo, el ruido, los estragos del enemigo, los gritos, la agitación que todas estas cosas no pueden dejar de originar en el alma de los combatientes". (Salazar, 1828).

Mover un cañón de a 24 o a 36 libras, los más grandes que portaba un navío, no era sencillo. Los más grandes pesaban casi 4 toneladas, incluidos los 900 kilos de la cureña, lo que hacía difícil y sobre todo muy pesado, poder maniobrar para cargarlos o limpiarlos. No era extraño que con el movimiento en alta mar se destrincaran, provocando un desastre si no se era capaz de detener el cañón que iba de una banda a otra convirtiéndose en un ariete de varias toneladas, que aplastaba todo lo que se pusiera por delante. 



1.- Braga o braguero. Fuerte cabo que era el que evitaba que el cañón se desplazase en el retroceso.
2.- Palanquines. Cabos que utilizaban los sirvientes del cañón y que mediante aparejos y motones ajustaban la pieza para colocarla en batería tras el disparo o para moverlo.
3.- Este palanquín trasero era también utilizado para mover el cañón, en este caso hacia atrás y que servía también para dejarlo sujeto cuando este estuviera inactivo.
Gracias a estas piezas se podía ajustar sin problemas la pieza de artillería.

vista general
detalle

detalle
detalle
Año de construcción 2011.
Escala: 1:30
Horas de realización: 25
Materiales: Maderas de pino, cedro africano, nogal, contrachapados. Chapa de cobre y latón. Plomo.  Tinción en roble dorado y negro. Acabado al aceite.
Destino: Colección privada.